Estamos acostumbradas a ver el algodón como un material mejor que el poliéster. Muchas veces te dejas guiar por el precio, siendo las camisetas de algodón más caras, lo que nos hace creer que es de superior calidad.
Pero hay mitos que con las estaciones del año se vienen abajo, ya que no resultó como esperábamos. Ahora que llega el frío, tenemos ante nosotras la duda de qué prenda elegir, si una hecha de algodón o realizada con poliéster.
Las camisetas de algodón
Cuando elegimos comprar una camiseta de algodón, lo primero que notamos es su tacto suave. Incluso, por su grosor, puede parecer una buena opción para combatir el frío. El algodón tiene muchas ventajas. Es ideal si tienes la piel muy sensible; además, al ser transpirable, permite que no sintamos tanta acumulación de calor en verano.
El problema llega con el frío. En las temporadas invernales solemos vestirnos por capas para intentar mantenernos calientes. La camiseta de algodón, al colocarse en las primeras capas, hará que nuestro cuerpo transpire, alojándose nuestro sudor en la misma.
Cuando se empapa el algodón de nuestro sudor, la sensación de frío se puede hacer mayor, a pesar de las capas que nos cubran.
Las camisetas de poliéster
Este material es más barato y no tiene la suavidad del algodón. A veces por eso se suele elegir como segunda opción. La parte positiva es que no requiere de plancha y se seca muy rápidamente después de los lavados y muchas prendas no llevan costuras. Su resistencia y durabilidad son las características, por las que mucha gente lo elige.
Para el frío, las camisetas de poliéster son una buena opción. A pesar de no ser transpirables, no acumulan el sudor, con lo que se mantienen secas todo el tiempo, funcionando muy bien como capa interna.
La última palabra la tienes tú, que sabes lo que mejor te sienta.