Si la semana pasada te contábamos los secretos sobre la elección de sujetador durante el embarazo, hoy continuamos con la serie para explicarte el paso siguiente: la selección del sujetador maternal o sujetador de lactancia.
Esta prenda resulta completamente necesaria, pues es muy incómodo e incluso peligroso desabrochar y abrochar un sujetador común con un bebé en brazos. Además, podría llegar a causar alguna lesión.
Te recomendamos que tomes buena nota de los siguientes consejos e información útil.
El tiempo pasa volando pero ante un acontecimiento tan importante como la llegada de un bebé, es normal que te pongas nerviosa y quieras tenerlo todo bajo control antes de tiempo. Por ese motivo, algunas mujeres hacen algunos preparativos demasiado pronto, entre ellos la compra del sujetador de lactancia.
En realidad, el mejor momento para comprarlo es durante el octavo mes de embarazo, pues la talla que tengas en ese momento será muy similar en la práctica a la que tendrás una vez haya nacido el bebé. Es cierto que los dos primeros días tras el parto el pecho estará algo más hinchado… pero a las 48 horas regresarán al tamaño que te comentamos.
Para no equivocarte con la talla, es imprescindible que tomes buena medición de las proporciones de tus mamas.
(Consejo: No te confíes si ya has sido madre antes y tienes guardados tus sujetadores de lactancia anteriores. Vuelve a hacerte las mediciones para no tener sorpresas desagradables. Quizá en el momento no te des cuenta, pero si en ese periodo tan crítico no eres cuidadosa con la talla, puede que tengas efectos irreversibles como la caída de pecho).
Para acabar, sabemos que no es fácil decantarte por un sujetador maternal o sujetador de lactancia. Lo más seguro es que necesites disponer de varios. Por eso, visita Talla100 para familiarizarte con los modelos y ver cuál se adapta más a ti.
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