Entre todas las medidas sanitarias para evitar el contagio de coronavirus, una de las recomendaciones es quitarse el calzado que traemos de la calle antes de entrar en casa. ¿Por qué?
La principal razón es que pueden haber pequeñas partículas contaminantes en nuestro calzado que hayas adquirido en la calle. Pero, ¿de verdad es tan preocupante?
De acuerdo con una investigación de la Universidad de Arizona, más allá del coronavirus esta debería ser una práctica usual. Y es que se calcula que en la parte exterior del calzado se encuentran más de 400.000 microbios que podríamos extender al resto de la casa y suponen una amenaza para la salud.
En este escenario más que nunca, es necesario contar con los medios para caminar por casa cómodos y libres de virus y bacterias.
¿Eres de los que prefiere caminar sin calzado o con unas buenas zapatillas para estar por casa? Lo cierto es que no hay una opción mejor que otra. Ambas tienen sus propias ventajas.
Por ejemplo, caminar sin calzado es bueno para liberar el pie, mejorar la circulación y dejar que transite mayor cantidad de aire y evitar así la sudoración excesiva. Eso sí, es recomendable hacerlo con calcetines antideslizantes.
Los calcetines antideslizantes suelen ser un poco más gruesos y en la planta inferior cambian su textura para aportar un agarre extra. Son ideales para evitar caídas y sentirse liberado del zapato de todo el día.
En cambio, las zapatillas de estar por casa aportan un confort extra. Como regla general, son más mullidas y cómodas.
Aunque muchas personas solo tienen un par de zapatillas de estar por casa, los podólogos recomiendan tener varios pares, en especial ahora que pasamos más tiempo que nunca dentro del hogar.
La razón es que no es favorable emplear un mismo tipo de calzado muy a menudo, sino que es mejor variar y no permitir que el pie se acostumbre a un mismo tipo de pisada.
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