Nos pasa a muchas: Después de tres lavados empezamos a ver cómo nuestra ropa interior empieza a estar deteriorada y con un aspecto menos bonito de lo que era hacía poco. Si ese es tu caso, no te preocupes, porque realizando algunos pasos fáciles y concretos puedes conservar la ropa interior igual que el primer día. ¿Quieres saber cómo? Sigue leyendo y te lo descubrimos.
Hay tres formas infalibles por las cuales nuestra ropa interior puede sufrir más de lo normal: la manera como la guardamos, la forma y veces de lavado y el secado que se le da. ¿Cómo hacemos para solucionar este problema? ¡Atenta!
- Las prendas interiores se deben guardar en un lugar separado del resto de ropa. Como tiene tejidos delicados y susceptibles a rasguños que pueden echarlas a perder completamente. Además, los sujetadores deben estar bien colocados con una copa dentro de otra y las braguitas bien dobladas.
- Para el lavado, lo mejor que puedes hacer es seguir las instrucciones de las etiquetas. Ellas mejor que nadie te dirán lo que necesitan y cuál es la mejor forma de lavarlas. Lo mejor para la lavadora: programa de ropa delicada y usar bolsitas especiales de lavado para que las prendas no se rocen.
- En cuanto al secado, se pueden producir desgarres en las fibras y, sumado a las altas temperaturas, pueden hacer que tus prendas interiores se vean realmente malogradas. Lo mejor es que se sequen al aire libre y evitando la luz solar directa para que el color no se desgaste.
Con estos consejos estamos seguras de que tus prendas interiores aguantarán mucho más y que no tendrás que lamentarte porque al tercer lavado ya parecen muy viejas.
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