¿Eres de los que se resiste a desechar sus calcetines viejos incluso cuando ya lo han dado todo? Entonces, este artículo es para ti.
Primero, ofreceremos algunos consejos prácticos para que los calcetines duren más tiempo y evitar los temidos “tomates” o agujeros. Y, después, compartimos contigo ideas originales para darles un nuevo uso.
Obviamente, la primera respuesta tiene que ser por el uso. Acepta el ciclo de vida de cada prenda. Pero la realidad es que en muchas ocasiones este ciclo se ve acortado por mala praxis. Así que aquí van algunas sugerencias:
- No camines con calcetines (a no ser que se hayan diseñado para ese fin). Esta prenda está hecha para estar protegida por los zapatos y, al no hacerlo, se desgastan con mayor rapidez.
- Acierta con la talla. Tanto si son más grandes como si son más pequeños de la cuenta, la fricción o la presión aceleran su deterioro.
- Mantén a raya la higiene de tus pies y corta las uñas de forma apropiada, evitando puntas angulosas que se enganchen al tejido.
Aún con el buen uso, es probable que tus calcetines digan: ¡hasta aquí! Pero eso no significa que no haya formas de reciclarlos. Aunque existen muchas propuestas diferentes aquí te dejamos las que de verdad consideramos prácticas:
- Uso de protección. El tejido mullido es ideal para evitar ralladuras, lo que convierte a los calcetines en candidatos ideales para proteger lentes de cámara, gafas o pantallas digitales.
- Como falsa horma de zapato. Solo hay que rellenarlo con arena de gato o periódicos y colocarlo en el interior de los zapatos. Así se evita la deformación del calzado y siempre está como el primer día.
- Juguetes para mascotas. Por ejemplo, con solo hacer algunos nudos se convierte en una cuerda casera, lo que les encanta.
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